Vivimos en un mundo hiperconectado y esto también afecta a los niños con TDAH. Tablets, móviles y videojuegos pueden ser muy atractivos, pero ¿cómo impactan en su cerebro? Lo que sabemos: Las pantallas estimulan constantemente el cerebro, dificultando la atención sostenida y fomentando la impulsividad. A corto plazo entretienen, pero su uso excesivo puede aumentar la irritabilidad, los problemas de sueño y la dificultad para concentrarse. Pautas para un uso saludable:
- Establece horarios fijos: no más de 1–2 horas diarias según edad.
- Evita pantallas antes de dormir: mínimo 1 hora antes.
- Elige contenido adecuado: programas educativos o videojuegos con normas claras.
- Supervisión activa: mira o juega con él; así favoreces el autocontrol y la interacción.
- Ofrece alternativas atractivas: juegos de mesa, deporte, cocina o manualidades. Recuerda: el objetivo no es eliminar las pantallas, sino enseñar a usarlas con criterio. Un niño con TDAH necesita límites claros y coherentes para regular su uso, pero también comprensión y opciones saludables para canalizar su energía.